miércoles, 29 de noviembre de 2017

ALZHEIMER DESDE DENTRO

En esta entrada uno de los creadores de este Blog pretende transmitir una historia y una experiencia relacionada con el Alzheimer. ¡Esperemos que os guste!

Por aquella época yo era un joven alumno de 21 años. Me enfrentaba a una decisión difícil, ya que tras finalizar el primer año de Integración Social era el momento de elegir el centro en el que iba a realizar mis prácticas formativas. Unas buenas notas me permitían escoger casi cualquier asociación, cualquier centro o cualquier fundación; discapacidad física, intelectual, sensorial, drogodependencias, infancia, inmigración, inserción sociolaboral, enfermedad mental, Síndrome de Down, autismo..., demasiados ámbitos como para decidirse fácilmente por uno solo.

Sin embargo, sí había un colectivo que me llamaba la atención mucho más que los demás, el Alzheimer. Mucha era la gente que no me lo recomendaba, si es cierto que había obstáculos e inconvenientes, aunque muchas de ellas finalmente se acabarían convirtiendo en ventajas y facilidades. El horario de las prácticas no iba a ser bueno, las actividades ya sabía de antemano que iban a ser muy monótonas, era consciente de la dificultad que suponía tratar con personas con Alzheimer, especialmente en pacientes en fases avanzadas..., nada de eso me importaba.

Sin embargo, sí que había algo que me echaba un poco para atrás, porque ¿quién quiere recordar y volver a vivir situaciones difíciles que han provocado sufrimiento en el pasado? En esta situación me encontraba yo, con el recuerdo aún presente de malas experiencias familiares y con el miedo de no poder soportar ni más ni menos que seis meses realizando prácticas diariamente con personas con Alzheimer. 

Finalmente decidí asumir los riesgos y elegir las prácticas que en el fondo quería escoger. Bendita decisión que tomé en su momento, ya que es muy probable que de no haberla tomado, no me hubiera lanzado a estudiar Terapia Ocupacional.

Así que allí estaba yo, mi primer día en uno de los centros de día de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Burgos (AFABUR), el primer día de los próximos seis meses. Yo por supuesto estaba algo nervioso y asustado, aunque también entusiasmado y con muchas ganas de aprender y de colaborar. Lo primero que hizo la directora del centro fue enseñarme las instalaciones y presentarme a todo el equipo multidisciplinar. Todos se quedaron sorprendidos, incluida la directora, ya que no era muy común que un alumno varón quisiera realizar prácticas en un centro de día para personas con Alzheimer.

En un principio me mantuve en un rol de observador, analizando cómo las profesionales interactuaban con los usuarios y cómo realizaban las actividades. Poco a poco fui aprendiendo muchas cosas: conceptos y aspectos relacionados con la enfermedad, técnicas y consejos por parte de mis compañeras, características y particularidades de cada uno de los usuarios..., todo esto me permitió adaptarme muy rápidamente al ritmo del centro.

Es necesario destacar la orientación y el apoyo que me prestaron todas las profesionales: la directora, la psicóloga, la trabajadora social, la terapeuta ocupacional, la médica, la enfermera, las auxiliares..., ya que desde un primer momento me demostraron una confianza absoluta en todos los aspectos. Al poco tiempo ya realizaba diversas actividades con los usuarios sin la ayuda de ninguna profesional. Realizaba ejercicios de estimulación cognitiva, psicomotricidad fina, estimulación sensorial, ejercicios de orientación espacio-temporal, musicoterapia, actividad física y motricidad, actividades de juego y ocio, terapia ocupacional e incluso tareas asistenciales, que no eran mis cometidos, pero yo lo hacía todo encantado.

¿Y qué decir de los usuarios?, cada uno con sus peculiaridades, cada uno de ellos único. De todos ellos aprendí muchas cosas, de todos ellos me llevé un pedazo. Es verdad que que surgieron situaciones difíciles, situaciones en las que se me encogió el corazón, pero allí me enseñaron que la vida es la vida y en ocasiones hay que afrontar situaciones duras e inevitables.

En un abrir y cerrar de ojos llegó mi último día de prácticas. Seis meses que se habían pasado volando, seis meses que me sentí en casa. Después de una dura despedida ya no me quedaban nada más que palabras de agradecimiento a todas mis compañeras. De cada una de ellas y de cada uno de los usuarios me llevo algo bueno para toda mi vida.

Me gustaría añadir que de no ser por mi falta de tiempo, entre la Universidad y mi situación laboral, participaría en AFABUR como voluntario. De hecho, en un futuro me gustaría mucho colaborar con ellos.

También me gustaría dedicar esta entrada a los usuarios de AFABUR y a sus familias, y especialmente a todo el equipo del centro, que me han hecho ver que el ámbito de trabajo con personas con Alzheimer es uno de los más gratificantes. También han logrado que mis prácticas allí hayan sido una de las mejores experiencias de mi vida, y con ello, que me haya decidido por estudiar Terapia Ocupacional.

¡Muchas gracias!

martes, 28 de noviembre de 2017

EL COSTE OCULTO DE TENER ALZHEIMER


Actualmente, se estima que 46 millones de personas en el mundo sufren demencia, y se piensa que en 2050 serán 150 millones, debido a que cada vez la esperanza de vida es mayor. Como esta enfermedad conlleva la pérdida de autonomía los recursos sanitarios y de asistencia son necesarios para estas personas, por lo que hay unos costes económicos muy grandes, tanto que el precio de ayudar a un paciente con esta patología es entre 27.000 y 37.000 euros al año.  Esto se debe, en parte, a que estos pacientes visitan en muchas ocasiones los hospitales.

Sin embargo, no solo hay costes económicos, sino que son todavía mayores los costes emocionales y los indirectos, como el tiempo dedicado al paciente, el agotamiento y la sobrecarga de responsabilidad  de sus familias y de sus cuidadores; que lleva en muchas ocasiones a dolencias psicológicas y físicas.

Es de vital importancia que se dé mayor prioridad  a la investigación en el Alzheimer y que se desarrolle la Ley de dependencia ya que, como se dice anteriormente, dentro de unos años habrá muchas personas mayores de 65 que hayan desarrollado esta enfermedad y, por tanto, serán mucho más dependientes.



A continuación dejamos el enlace por si necesitáis consultar la noticia completa:


domingo, 26 de noviembre de 2017

PROGRAMA GRADIOR

La prevalencia de la enfermedad de Alzheimer acelera a un paso rápido, ya que la esperanza de vida aumenta, y también el número de personas con demencia. Ante este continuo crecimiento están apareciendo numerosos programas informáticos dirigidos a tratar de prevenir o combatir contra la enfermedad. Alguno de ellos son el CogniFit o el programa Activa La Mente, de La Obra Social La Caixa.

En este caso vamos a profundizar sobre el Gradior, un programa utilizado en más de 450 centros a nivel nacional e internacional dentro del sector socio-sanitario, ya que crece continuamente, innovando e incorporando mayores prestaciones. 

Gradior es un sistema de rehabilitación neuropsicológica a través de ordenador, que permite realizar programas de entrenamiento y recuperación de funciones cognitivas en personas que presentan déficits o deterioros cognitivos. Una pantalla táctil permite la interacción directa del usuario con el ordenador, evitando así el rechazo de la población mayor al hacer el sistema más intuitivo y accesible. El paciente no necesita ningún conocimiento informático mínimo.

Posibilita una intervención terapéutica totalmente no farmacológica, basándose en los conceptos de neuroplasticidad y psicoestimulación. Permite potenciar funciones preservadas, promover la recuperación de las no conservadas, y frenar la evolución del Alzheimer. Igualmente, ayuda a prevenir el deterioro cognitivo.

Este programa nos permite diseñar un entrenamiento totalmente individualizado para cada usuario, teniendo en cuenta sus déficits y sus capacidades conservadas. Para ello, realizamos siempre una valoración previa del rendimiento de cada paciente en las diferentes modalidades cognitivas que se trabajan. Este software realiza una recogida continua de datos, que se revisan periódicamente y permiten conocer la progresión de cada usuario. Toda esta información es recopilada y analizada, permitiéndonos no sólo conocer detalladamente el rendimiento de cada paciente y generar informes sobre el mismo, si no mantener las tareas siempre en el nivel adecuado para que el desempeño sea óptimo.

El profesional puede diseñar intervenciones personalizadas y adaptadas al nivel de desempeño de la persona que sufre un daño o deterioro cognitivo y a partir de ahí, rehabilitar o mantener dicho desempeño, siempre dentro de un programa de rehabilitación integral.

Gradior incluye ejercicios cognitivos de distintas modalidades: atención, memoria, orientación, cálculo, razonamiento, percepción, lenguaje y funciones ejecutivas.

Gracias a todas estas funciones y utilidades, y a la facilidad en el manejo del programa, tanto para profesionales como para usuarios, Gradior es un programa adaptado e idóneo para trabajar en el ámbito de la enfermedad de Alzheimer, tanto en residencias, centros de día, en las viviendas de los propios usuarios o en otros espacios en los que se trabaje la psicoestimulación cognitiva.

Aquí os dejamos un vídeo en el que se explica detalladamente el funcionamiento del programa Gradior.


También os dejamos unos enlaces que aportan más información, e incluso dan la opción de adquirir y aprender a manejar el programa.

jueves, 23 de noviembre de 2017

TERAPIA ASISTIDA CON ANIMALES

En esta entrada hablaremos sobre la importancia y los beneficios de la Terapia Asistida con Animales en persona con Alzheimer, ya que numerosos estudios así lo demuestran con este tipo de enfermedad. En general estos estudios muestran que los animales influyen positivamente en los comportamientos sociales y reducen los comportamientos agitados, aunque más adelante veremos todos los beneficios que produce en las personas con Alzheimer.

Como hemos mencionado en otras entradas, en Alzheimer no tiene ningún tratamiento farmacológico que cure la enfermedad actualmente, aunque existan algunos fármacos que pueden ayudar a impedir por un tiempo la aparición de ciertos síntomas. Por ello surgieron una serie de tratamientos no farmacológicos, que se centran en establecer estrategias para minimizar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Existen diversos tratamientos para intentar lograr esto, pero nosotros en esta entrada nos vamos a centrar en la Intervención Asistida con Perros.


La raza que más se utiliza para realizar estas terapias son los labradores, por sus características de sociabilidad y físicas, que hacen más fácil su entrenamiento y los posteriores resultados. Pero los entrenadores de los perros no solo trabajan con esta raza, lo importante es el perro y sus propias características. Estos perros deben ser sociables, le debe gustar el contacto con la gente, deben ser previsibles y tienen que poder entrenarse.

Los perros trabajan como co-terapeuta, junto a la persona encargada de guiar a este. Los perros son adiestrados y entrenados para la realización de estas terapias. Los principales objetivos de la Terapia Asistida con Animales son:
  • Mejorar la motivación y la atención
  • Aumentar la participación, la socialización y afectividad
  • Estimular las funciones cognitivas, como la orientación, praxias, gnosias, memoria, funciones ejecutivas y lenguaje
  • Aumentar la activación de emociones positivas
  • Conectar a la persona con en el entorno
  • Trabajar la motricidad fina y gruesa, así como el control postural

Lo más importante del trabajo con animales es que se consiguen increíbles beneficios con personas con las que es muy difícil conseguir resultados positivos mediante otras terapias. Existen muchas posibles actividades para conseguirlos, por ejemplo la que explicamos en el apartado de nuestra programación. A continuación os dejamos un ejemplo de una sesión de terapia asistida con perros:


Las sesiones se suelen realizar en las residencias donde se encuentran las personas con Alzheimer. En estos centros las personas suelen llevar una rutina muy marcada y realizan actividades que nos les llenan o satisfacen lo suficiente. Por eso, al añadir el componente del perro a la realización de estas actividades se observa una motivación extra. Se abren caminos que eran impensables sin este componente y a partir de esto se pueden trabajar el resto de habilidades o capacidades.


jueves, 16 de noviembre de 2017

ASOCIACIÓN DE FAMILIARES DE ENFERMOS DE ALZHEIMER DE BURGOS (AFABUR)

AFABUR es, sin lugar a dudas, la asociación referente en Burgos para todas las familias afectadas por una demencia, y especialmente por la enfermedad de Alzheimer.

La asociación facilita información sobre la enfermedad y cuidados en la atención al enfermo en cualquiera de las fases de la enfermedad. También informan y asesoran sobre recursos sociales (estancias diurnas, residencias públicas y privadas, servicio de ayuda a domicilio… ), pensiones (contributivas, no contributivas, invalidez), o sobre la ley de dependencia. Además ofrecen apoyo psicológico, mediante intervenciones individuales y familiares, y aportan información legal sobre los procedimientos de incapacitación, tutela o cesión de poderes.

AFABUR cuenta en Burgos con dos Centros de Día ubicados en:
En ellos ofrecen una atención especializada a enfermos diagnosticados de Alzheimer y/o cualquier demencia, intentando mantener y retrasar el proceso de la enfermedad mediante el entrenamiento de actividades terapéuticas y recreativas, a la vez que proporcionar un tiempo de respiro a las familias.

El buen funcionamiento de la asociación está condicionado por el gran trabajo del equipo multidisciplinar, formado por psicólogas, médico, terapeuta ocupacional, trabajadora social, enfermeras, fisioterapeuta, auxiliares de enfermería, personal administrativo, personal de limpieza, musicoterapeuta, alumnos en prácticas y voluntarios.
En el Centro de Día de C/ San Julián nº 7 Bajo, también realizan sesiones de estimulación congnitiva para aquellas personas diagnosticadas de Alzheimer y otras demencias, pero no pertenecientes al Centro de Día. En ellas se ofrece una atención en grupos reducidos mediante actividades de estimulación cognitiva, reminiscencia, terapia ocupacional y motricidad.
La asociación también ofrece una atención individualizada a los usuarios en su domicilio. El objetivo es atender al enfermo en aspectos asistenciales y terapéuticos y proporcionar a la familia un tiempo de respiro. Se realizan diversas actividades: ayuda en el aseo, ejercicios de movilización, paseos, estimulación cognitiva, trabajo de memoria, psicomotricidad, apoyo en la realización de actividades de la vida diaria, etc, adaptadas todas estas actividades al nivel de deterioro del enfermo.
AFABUR cuenta con una sede en Briviesca (C/El Ferial Nº10 Bajo B) en la que ofrece un servicio de autoayuda comunitaria en el medio rural. Allí proporcionan información, asesoramiento y apoyo psicológico a las familias, realizan sesiones de estimulación cognitiva en domicilios y cuentan con un centro de respiro, en el cual se realizan numerosas actividades, además de proporcionar un tiempo de descanso a cuidador o cuidadores.
En los Centros de Día se realizan varios cursos dirigidos a las familias y reuniones en grupos de autoayuda, dirigidos por profesionales de la asociación, con el fin de proporcionar una ayuda a los cuidadores y familiares del enfermo, para un mejor afrontamiento y adaptación de la enfermedad.
La gran cantidad, variedad y eficacia de los servicios que ofrece la asociación, sus adecuadas instalaciones y materiales, y el gran trabajo que realiza el equipo multidisciplinar, constituyen una referencia en Burgos para todas las familias afectadas por la enfermedad de Alzheimer.

Aquí os dejamos un vídeo en el que la directora de los Centros de Día de AFABUR nos explica brevemente su funcionamiento.

También os dejamos dos enlaces en los que podéis conocer un poco más profundamente la asociación.
AFABURGOS
AFACAYLE

sábado, 11 de noviembre de 2017

PAPEL DE LA TERAPIA OCUPACIONAL EN LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER

Actualmente no existe un tratamiento especifico para la cura de alzheimer, pero hay estudios que afirman que las terapias no farmacológicas pueden contribuir de forma realista y asequible a la mejora y administración de cuidados de las personas con Enfermedad de Alzheimer.
 Una de esas terapias puede ser la Terapia Ocupacional que su tratamiento es rehabilitar y /o mantener el estado de salud del usuario utilizando la actividad con propósito y el entorno para ayudar a la persona a adquirir el conocimiento, las destrezas y actitudes necesarias para desarrollar las tareas cotidianas requeridas y con seguir el máximo de autonomía e independencia posible según la fase de la enfermedad.

El rol profesional del Terapeuta Ocupacional cada vez es mas común  encontrarlo  en diferentes ámbitos sociosanitarios, siendo los mayores y las personas con cualquier tipo de demencia uno de los principales colectivos donde está adquiriendo más consideración esta profesión, debido fundamentalmente a la alta predisposición de generarse situaciones de dependencia.

El Terapeuta Ocupacional comienza su intervención con una evaluación en la que se analiza  la persona con toda su globalidad, para posteriormente observar cuál es la relación existente en las pérdidas físicas y cognitivas con las limitaciones funcionales, detectando igualmente, los posibles factores ambientales que puedan estar influyendo en todo este proceso.
Una vez se que se  ha valorado a la persona se desarrollan programas de intervención integral individualizados, que se van adaptando a medida que evoluciona la enfermedad.

Los objetivos terapéuticos que se quiere conseguir en la intervención son:
  • Estimular/mantener las capacidades mentales.
  • Evitar la desconexión del entorno y fortalecer las relaciones sociales.
  • Dar seguridad e incrementar la autonomía personal del paciente.
  • Estimular la propia identidad y autoestima: dignificar.
  • Minimizar el estrés y evitar reacciones psicológicas anómalas.
  • Mejorar el rendimiento cognitivo.
  • Mejorar el rendimiento funcional.
  • Incrementar la autonomía personal en las actividades de la vida diaria.
  • Mejorar el estado y sentimiento de salud.

Las actividades que se llevan a cabo en las sesiones de Terapia Ocupacional son:
  • Orientación a la realidad.
  •  Reminiscencia.
  •  Estimulación y actividad cognitiva.
  •  Adaptación cognitiva y funcional del entorno físico.
  •  Adaptación cognitiva y funcional del entorno humano.
  •  Actividades significativas y de la vida diaria.
  •  Prevención y tratamiento de los trastornos psicológicos y del comportamiento.

Aquí os dejamos un vídeo en que podéis ver reflejado de forma practica como actúa el Terapeuta Ocupacional  en un centro de Alzheimer.


    También os dejamos un artículo de interés sobre este tema:

    miércoles, 8 de noviembre de 2017

    DIAGNÓSTICO DEL ALZHEIMER

    Los médicos pueden casi siempre determinar si una persona tiene demencia pero es  difícil determinar la causa exacta. 

    Un médico especialista es capaz de diagnosticar la enfermedad del Alzheimer con aproximadamente un 90% de certeza. A veces los médicos de cabecera realizan ellos mismos el diagnóstico, aunque también puede derivar al paciente a un médico especialista en el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad.

    Algunos de los especialistas de esta patología son: neurólogos, psiquiatras, psicólogos con entrenamiento especial en la evaluación de la memoria y otras funciones mentales y centros de la enfermedad de Alzheimer.

    El Alzheimer se diagnostica a partir de una evaluación médica cuidadosa que incluye:

    - Obtener un historial médico completo:
    Consiste en una evaluación médica en la que un doctor preguntará si el paciente padece o no alguna enfermedad o la tuvo y si está tomando o no algún tipo de medicinas. Además, el médico preguntará las condiciones médicas de los familiares del paciente, informándose también de si hay algún antecedente familiar que padezca o haya padecido Alzheimer.

    - Examen físico y pruebas de diagnóstico:
    Es una evaluación médica en la que el médico puede preguntarle al paciente sobre su dieta, nutrición y consumo de alcohol. También puede revisar sus medicinas, su presión sanguínea, temperatura y pulso. Así como escucharle el corazón y los pulmones, realizar otros procedimientos para evaluar su salud general y tomar muestras de sangre y de orina para análisis de laboratorio.
    Además, se le preguntará al paciente sobre sus síntomas, cuando empezaron, su frecuencia y si han ido o no a peor.

    - Examen neurológico:
    El médico examinará si hay señales de derrames cerebrales, de Parkinson, tumores cerebrales, acumulación de fluido en el cerebro, y de otras enfermedades que podrían afectar la memoria o el pensamiento.
    Además, se evaluará los reflejos, la coordinación, el tono muscular y fuerza, el movimiento ocular, el habla, la sensibilidad... También podrán estudiarse unas imágenes del cerebro.

    - Pruebas del estado mental:
    Evalúan la memoria, la habilidad para resolver problemas sencillos y otras habilidades del pensamiento. Son pruebas que informan sobre si el individuo es consciente de los síntomas, sabe la fecha, hora y el lugar en el que se encuentra,si recuerda una serie corta de palabras, si sigue instrucciones y hace cálculos simples. Además, los exámenes mini-mental y mini-cog se utilizan con mucha frecuencia.

    • Examen mini-mental: en el que un especialista le realiza al paciente preguntas para evaluar sus habilidades cotidianas. La máxima puntuación de este examen es de 30. Por lo que, una puntuación de 20 a 24 significa demencia leve, de 13 a 20 equivale a demencia moderada y menos de 12, demencia severa.
    • Mini-cog: la persona tiene que completar estas actividades: Recordar los nombres de tres objetos comunes y repetirlos a los pocos minutos y tiene que dibujar correctamente un reloj mostrando señalando una hora que le manda el que le evalúa.

    - Evaluación del estado de ánimo:
    se evaluará si el individuo tiene sensación de bienestar con el fin de poder identificar si tiene algún desorden del estado de ánimo que cause problemas de memoria, pérdida de interés en la vida...

    - Imágenes del cerebro:
    obtener imágenes de la estructura del cerebro con resonancia magnética o tomografía computarizada para descartar otras enfermedades que causan síntomas similares al Alzheimer.

    A continuación os dejamos el enlace de un documento por si necesitáis consultar más información:
    Diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer y de demencia 

    miércoles, 1 de noviembre de 2017

    FASES DEL ALZHEIMER Y PRECAUCIONES EN CADA FASE

    Cuando la familia ya conoce el diagnóstico preciso es recomendable que se informe sobre la evolución de esta dolencia porque aunque cada persona vive la enfermedad con rasgos particulares, en general pueden definirse unas etapas de duración variable según el estado físico y de la edad del paciente. Por lo general, aparecen 3 fases:

    ETAPA LEVE
    En este periodo la persona experimenta lo que se ha dado en llamar “deterioro cognitivo leve”, una condición que se confunde con el envejecimiento cognitivo normal.
    • La persona tiene olvidos cotidianos, algunas dificultades para encontrar las palabras adecuadas o recordar el nombre de las personas que le han sido presentadas recientemente.
    • También es común que las actividades complejas que antes hacía sin dificultad, ahora le suponga mucho más esfuerzo y le genere ansiedad. 
    • Habitualmente el enfermo se queja de que su memoria ya no es la misma, aunque lo justifica con la edad. 
    Sin embargo en esta etapa sigue siendo independiente en la ejecución de las actividades diarias.
    Precauciones en la primera fase:

    Los familiares o cuidadores DEBEN EVITAR los siguientes aspectos:
    • En lo social. Las situaciones extrañas, concurridas, viajes, traslados que no se asocian con su vida cotidiana, fiestas, largas reuniones.
    • En la vivienda. Vigilen todo lo que pueda resultar peligroso para el enfermo: llaves de gas, cerilla, medicamentos, cigarrillos encendidos.
    • En la convivencia. Eviten situaciones tristes, noticias luctuosas o preocupantes que solo aumentarán la angustia del enfermo. No invadir la poca independencia que le queda.

    ETAPA MODERADA
    Entre el final de la fase leve de Alzheimer y el principio de la fase moderada y no hay duda del diagnóstico. Necesita una supervisión diaria de todo lo que hace.
    • Se producirse cambios de comportamiento más acusados: agresividad, miedos, alucinaciones.
    • Disminuye la memoria reciente
    •  Repite frases, no las acaba, le cuesta relacionar y diferenciar conceptos.
    •  Ha abandonado sus actividades.
    • Se pierde, percibe erróneamente el espacio y empieza a perder equilibrio.(Suelen necesitar ayuda para deambular)
    Precauciones en la segunda fase:
    • En lo social. Evite las situaciones ruidosas, reuniones concurridas, que aumentarán la confusión y nerviosismo del enfermo.
    • En la vivienda. Aparte los objetos que interrumpen su caminar. En esta fase empiezan las caídas, puesto que el enfermo no dirige la vista al suelo que pisa.
    • En la convivenciaAunque sea fatigoso o difícil atender constantemente al enfermo, conviene que la familia se muestre afable, tranquila y sonriente con él.
    • En los sentimientos, aficiones, gustos. No lleve la contraria al enfermo a no ser que sea absolutamente necesario, procure  que disfrute haciendo lo que le gusta.

    ETAPA AVANZADA
    El paciente depende totalmente de una tercera persona para cubrir todas sus necesidades.
    Esta fase deriva paulatinamente en la muerte del cerebro y el deceso del enfermo. 
    • Agnosia extrema. No conoce nada ni a nadie, ni a sus familiares mas directos.
    • Afasia. No habla ni entiende nada, aunque aprecia y valora el sentido del tacto.
    • Apraxia. No realiza apenas ninguna actividad. Le cuesta trabajo tragar los alimentos que se le preparan en forma líquida, no controla esfínteres y permanece sentado, tumbado o encamado. La apatía es intensa.
    • No comprende una explicación y pueden tener periodos y comportamientos desinhibidos y agresivos.
    • Aumentan las complicaciones y riesgos derivados de infecciones, deshidratación, desnutrición, heridas por inmovilización, etc...(En ocasiones, la causa final de la muerte suele estar relacionada con alguna de estas complicaciones)  
    Precauciones en la tercera fase.
    • En lo social. Evite las ausencias prolongadas fuera del hogar, si el enfermo queda sin atención durante horas.
    • En la vivienda. Cuide de que la habitación del enfermo no esté sobrecargada por visitas, ruido, tabaco, etc.
    • En la convivencia. Cuide su higiene y alimentación.
    • En los sentimientos y gustos del enfermo. Haga compañía al enfermo algún rato todos los días. Aunque su pasividad es casi total tiene sentimientos e incluso algunos momentos de consciencia.

    Como se ha podido ver con esta explicación, la enfermedad del Alzheimer pasa por una evolución lenta y progresiva con ligeros problemas en la primera etapa y acabando con graves daños cerebrales en las últimas fases.

    Os dejamos un vídeo que os puede ayudar a entender de una manera más visual la enfermedad.


    También os dejamos un enlace con más información ampliada sobre las fases del Alzheimer: